Si en verano hablĆ”bamos de los gazpachos y las sandĆas, aunque todavĆa digan que es otoƱo, hay cosas que evidencian que el invierno ya estĆ” aquĆ:
LosĀ castaƱeros en cada esquina a los queĀ es imposible resistirse, los domingos solo nos apetece ver la peli de Telecinco y quedarnos dormidas con una manta calentita, las cenas de navidad que se multiplican (las que te apetecen y las que no), el anuncio deĀ la LoterĆa de navidad y todas sus parodias, el puente de diciembre, que siempre llega como agua de mayo, los modelitos estilo cebolla, da igual lo que te pongas, siempre acabas pasando frĆo y calor y desnudĆ”ndote capa a capa, las luces de navidad por las calles, el anuncio del almendro (seguimos llorando con este anuncio, somos asĆ de tontas), los planes de casa rural y pasar el dĆa en frente de la chimenea con un cafĆ©, una copaĀ y jugando al trivial, la crema de calabaza, de zanahoria, de calabacĆn… ese maxi jersey que no te quitas y la bufa-manta, los mercadillos y las pop ups navideƱas, las tardes de lluvia, esa amiga amargada porque tiene que trabajar en noche buena, la flor de pascua por todos los rincones y todas esas pequeƱas cosas que nos encantan aunque sean bajo cero.
